La jornada de huelga general culmina con manifestaciones masivas en toda España.
La jornada de huelga general ha culminado con manifestaciones multitudinarias en toda España. Tras una mañana de declaraciones cruzadas
y estimaciones de seguimiento, cientos de miles de personas han
secundado las protestas. Las principales marchas, en Madrid y Barcelona,
han congregado a 170.000 personas y 275.000 personas respectivamente,
según los cálculos de EL PAÍS. Mientras, el Gobierno ha destacado que
las marchas han transcurrido con "normalidad" como el resto de la
jornada de huelga, que ha tenido un "impacto muy moderado", según ha
valorado la directora general de Política Interior, Cristina Díaz, en
una comparecencia a última hora de la tarde. La tranquilidad se ha roto,
sin embargo, en Barcelona, donde se han registrando fuertes choques entre policías y manifestantes en la cola de la protesta.
En Andalucía, donde las manifestaciones se adelantaron a las horas centrales del día en las principales ciudades, las marchas ya presagiaban la gran afluencia de gente que luego se ha vivido en otras puntos. La principal marcha, en Sevilla, ha tenido que adelantar una hora la salida de su cabecera por el gran número de personas que congregadas en Puerta de Carmona, donde arrancaba. En Galicia, donde también se han celebrado las manifestaciones en torno al mediodía, estas han sido de nuevo masivas.
Las movilizaciones, como casi siempre, han finalizado con la habitual guerra de cifras. El Gobierno ha calculado en 800.000 los manifestantes en toda España, mientras que los sindicatos han estimado en 900.000 los manifestantes de Madrid (sin cifras oficiales al término de la misma), en 800.000 los de Barcelona (diez veces menos según la Guàrdia Urbana) y en 250.000 los de Valencia (35.000 según la policía local). EL PAÍS ha realizado sus propios cálculos en estas tres marchas, las más multitudinarias, con resultados de 170.000 asistentes en la capital, 275.000 en Barcelona y 98.000 en Valencia.
Los Sindicatos Piden Negociación.
Ante el "éxito de convocatoria" que consideran que ha tenido la huelga general contra la reforma laboral, CC OO y UGT han tendido ya esta mañana una mano al Gobierno de Mariano Rajoy para negociar una salida a la nueva ley. Sin embargo, han advertido al Ejecutivo de que tiene hasta el próximo 1 de mayo -poco más de un mes- para hacer un gesto o recrudecerán la protesta social. También han avisado de que, en el mismo sentido, examinarán con lupa los Presupuestos Generales, cuyo anteproyecto será aprobado previsiblemente mañana por el Consejo de Ministros.
Pero el Gobierno no ha tardado ni media hora en responder al envite, por boca de la ministra de Empleo, Fátima Báñez. "La senda reformista es imparable", ha afirmado la ministra, quien ha insistido varias veces en que la ley "no se va a cambiar", porque ya recibió el respaldo de cuatro fuerzas políticas (197 diputados) en el Congreso, que es "donde reside la soberanía nacional y es la casa de la palabra, el diálogo y la negociación".
Las centrales han cifrado el seguimiento del paro general en una media ponderada del 77% (el 97% de los trabajadores de la industria, los transportes y la construcción y el 57% en la Administración pública). En cifras, 10.400.000 personas, según ha dicho el líder de CC OO al término de la manifestación en la capital. Tanto Méndez como Toxo han defendido que el paro general ha tenido más incidencia que en las dos últimas convocatorias, en 2002 y 2010. También han anunciado que llevarán la reforma laboral al Defensor del Pueblo y a la Oficina Internacional del Trabajo y que se dirigirán a los grupos parlamentarios del Congreso para que agilicen la tramitación de una Iniciativa Legislativa Popular. Ambos líderes sindicales han subrayado los pocos altercados registrados y la enorme presencia policial. "La paranoia del Gobierno ha derivado en una ocupación de las calles de ciudades como Madrid", se ha quejado Toxo. "[El Ejecutivo] ha intentado, no sé si consciente o inconsciente, convertir la huelga en un conflicto de orden público. Pero no lo ha logrado".
Con todo, los incidentes más importantes se han registrado en Barcelona, donde grupos de violentos han incendiado contenedores en el centro y han lanzado vallas y piedras desde horas antes del arranque de la manifestación, a las seis de la tarde. El consejero de Interior catalán, Felip Puig, ya había advertido esta mañana de que se podrían registrar altercados por parte de "pequeños grupos muy violentos" y había pedido a los manifestantes que aislaran a esos grupos.